Almoloya de Juárez: una administración sin pies ni cabeza

Le quedó muy grande la silla al alcalde Adolfo Solís Gómez

Por Raúl González Nova

Almoloya de Juárez, México. – Han pasado ya seis meses desde que inició la administración de Adolfo Solís Gómez, y lo único que ha entregado a los ciudadanos son promesas rotas. Lo que debía convertirse en un gobierno de resultados, seguridad y servicios, ha sido todo lo contrario: un municipio desordenado, inseguro y con servicios públicos colapsados. Almoloya de Juárez está en manos de una administración sin rumbo, sin liderazgo y sin respuestas.

Adolfo Solís Gómez, mejor conocido como el circense, no ha logrado resultados palpables ni para sus paisanos ni para sus votantes.

> “Este señor solo maquilla las cosas para la foto, pero en realidad hace otra cosa”, señala Jaime, vecino de la zona centro.

Promesas rotas y abandono ciudadano

El diagnóstico no es solo percepción: los datos y testimonios confirman el fracaso.

Inseguridad al alza:

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los robos con violencia aumentaron un 17% en Almoloya durante el primer trimestre de 2025. Para empeorar el panorama, varios elementos de la policía municipal han renunciado por malos tratos de sus superiores, dejando a muchas comunidades sin protección.

Servicios públicos en crisis:

En redes sociales y medios locales se han documentado más de 30 reportes ciudadanos sobre fallas en alumbrado público, fugas de agua, y alcantarillas destapadas. En la zona centro, una coladera lleva más de tres meses abierta sin reparación.

> “Un amigo cayó con su coche ahí y se le dañó la llanta y la suspensión”, denuncia Jaime.

El bacheo fantasma:

El Ayuntamiento anunció con bombo y platillo una inversión de 10 millones de pesos en bacheo durante febrero de 2025. Sin embargo, calles clave como Hidalgo, Morelos, La Paz y Camino Viejo a San Bernabé están en condiciones deplorables.

> “¿Dónde están los 10 millones? Todas las calles siguen igual o peor”, cuestiona doña Carmen, comerciante.

Privilegios para los de siempre:

Frente a la presidencia municipal no se permite estacionarse a los ciudadanos comunes, pero sí a empleados del Ayuntamiento y a “influencias”.

> “¿Qué no se supone que todos somos iguales ante la ley?”, reclama Luis, estudiante de preparatoria.

María, madre de familia:

> “Prometieron mejorar la seguridad, y ahora tengo que recoger a mis hijos más temprano por miedo. Esto va de mal en peor.”

Don Ernesto, habitante de San Francisco Tlalcilalcalpan:

> “Cada administración es lo mismo, pero esta de plano no tiene ni pies ni cabeza. No hay orden, no hay resultados, y parece que no les importa nada.” Opacidad y sospechas en contratos

Lo más grave es que los contratos del programa “Bachetón 2025” han sido ocultados deliberadamente por el alcalde. No hay transparencia sobre a qué empresas se les entregó el dinero. Fuentes internas del Ayuntamiento revelan que detrás de estos contratos podría estar #Iván olísGómez hermano del presidente municipal, operando a través de prestanombres.

¿Por qué ocultar la información si no hay nada que esconder? Esta falta de claridad no solo enciende las alertas sobre posibles actos de corrupción, sino que confirma lo que muchos ya sospechan: los intereses familiares están por encima del interés público.

Mientras el alcalde sigue organizando eventos sociales, posando para las fotos y promoviendo su imagen en redes, los problemas reales del municipio se agravan.

Almoloya de Juárez no necesita más circo político ni simulación, necesita rendición de cuentas, transparencia y un gobierno que realmente trabaje para su gente. Hoy por hoy, la administración de Adolfo Solís Gómez es la viva imagen del desorden, la simulación y la impunidad.

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