Por Alfredo Hernandez
Almoloya de Juárez, México.– Hoy me siento verdaderamente decepcionado. El presidente municipal, Adolfo Solís Gómez, conocido como “el chiquillo”, ha decidido bloquearme de sus redes sociales.
¿La razón? Haberle dicho, con fundamento y sin ofensas, que su gobierno es uno de los peores en la historia de Almoloya de Juárez, marcado por señalamientos de corrupción, simulación y falta de resultados reales.
Bloquear a un ciudadano no borra la realidad. Al contrario, demuestra que prefiere el silencio antes que la crítica, y que no tolera la verdad cuando viene del pueblo.
En lugar de atender los reclamos legítimos de los almoloyenses, el presidente prefiere cerrar los ojos y los oídos. Pero la inconformidad ciudadana no se borra con un clic.

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