* La próxima reunión será la misma fecha y el mismo horario
Por Raúl González Nova
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Almoloya de Juárez, Méx.– El desorden en la Dirección de Obras Públicas ya no puede ocultarse. La reciente contradicción en la agenda oficial —donde se convocó a dos reuniones al mismo tiempo— es solo un ejemplo más de la falta de planeación que se ha vuelto costumbre en esta dependencia. Lo que debería ser una gestión seria y responsable, se ha transformado en un escenario de improvisación y caos administrativo.
El problema de fondo es evidente: la asignación de cargos se ha hecho con base en compadrazgos y conveniencias personales, no en perfiles profesionales. El director de Obras Públicas, Arq. #AdolfoMartínezJiménez aparece como un funcionario rebasado por las exigencias del cargo, mientras las decisiones políticas del presidente municipal permiten que esta situación continúe sin correcciones de fondo.
Los resultados hablan por sí mismos: obras inconclusas que ya presentan fallas, como en -#MinaMexico y el #FraccionamientoColinasdelSol donde las calles se inundan antes de ser entregadas; proyectos que avanzan a medias y reuniones que ni siquiera se organizan con coherencia. No es un tema menor: se trata de recursos públicos mal aprovechados y de la calidad de vida de miles de habitantes.
El dicho popular lo describe bien: “cuando el niño ya se ahogó en el pozo, entonces quieren taparlo”. Así actúan las autoridades municipales al mando de #AdolfoSolisGomez : reaccionan tarde, minimizan los problemas y nunca asumen la responsabilidad que les corresponde.
El presidente municipal tiene en sus manos la posibilidad de poner orden, pero mientras se siga privilegiando a amigos, conocidos y ex cuñados en puestos estratégicos, la administración seguirá acumulando errores. Y cada equivocación se traduce en obras deficientes, en dinero público desperdiciado y en una creciente desconfianza ciudadana.
La exigencia es clara: -#AlmoloyadeJuárez no necesita funcionarios improvisados ni ocurrencias administrativas. Lo que se requiere es capacidad, planeación y seriedad. Si no hay un cambio de fondo en cómo se designan y supervisan a los responsables de las áreas más sensibles, el costo lo seguirá pagando la gente, no los funcionarios que hoy se escudan en el poder.
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